Mercenarios que trabajan para señores que
les niegan la paga. La trama me resulta familiar. Tanto que podría homologarse
con las prácticas del sistema económico actual. Esquema tan realista que casi
fastidia verlo en una obra pensada para evadir al público de su situación fáctica.
Para que yo pueda evadirme. Hace mucho tiempo que una película no me embadurnaba de crudeza,
ni me salpicaba con su honestidad. Aquí no hay dragones ni magos que simbolizan
la lucha eterna entre el bien y el mal. Aquí el prototipo del héroe de los
mitos germánicos, marcado por un destino trágico pero consagrado a llevar a
cabo grandes hazañas, es extrapolado a su opuesto exacto en donde el
protagonista se vale del pensamiento mágico de sus secuaces para llevar sus
acomodaticias intenciones hacia sus objetivos, siempre inmediatos: la
supervivencia, la venganza y la obtención de riquezas. En Los señores del acero no hay espacio para alegorías, como sucede a
menudo en la filmografía de su director, Paul Verhoeven; parecería que el
holandés hubiese roto con su herencia cultural, con Sigfrido a la cabeza: su
obra entera es un cántico al sobreviviente. De hecho, éste, como tantos otros
trabajos del cineasta, prescinde de héroes, todos aquí buscan la conservación,
se trata de ello: de no morir, de vivir el minuto, de urdir para no perder. Los señores del acero aparecen
rabiosamente humanos, intentando subsistir de la forma en la que mejor se les
da; sus armas son distintas (fuerza, sexo, astucia, conocimiento, oro) pero el
objetivo siempre es el mismo: salvar el pellejo y si se puede, obtener un
beneficio extra, de preferencia, de tipo económico.
Considerada como una película de culto
por su colosal realismo, escenas sexuales rotundas –recargadas para algunos– exquisita
ambientación y banda sonora, actuaciones más que convincentes –un notable Rutger Hauer, una Jennifer Jason Leigh que nunca será más bella– y un guión que
parece que, no llevando a ninguna parte, acaba narrando una historia tan memorable
como cualquiera del Cantar de los Nibelungos, Los señores del acero es un trabajo que debe ser apreciado por el tratamiento
poco convencional que le es dado por lo común a historias de épocas pasadas; un
punto de vista despojado de todo romanticismo y nostalgia por tiempos mejores,
que dota a los personajes de una humanidad privada de adornos y luchas dialécticas,
que los arroja a batallar entre el caos y el sinsentido de la lucha por la
perpetuación, el poder, la carne y la sangre.
Es una película difícil de encontrar, si quieren verla, éste es el momento.
Ficha técnica:
Título Original: Flesh+Blood
Año: 1985
País: Estados Unidos - España - Holanda
Dirección: Paul Verhoeven
Guión: Paul Verhoeven, Gerard Soeteman
Música: Basil Poledouris
Protagonistas: Rutger Hauer, Jennifer Jason Leigh, Tom Burlinson, Ronald Lacey.
Género: Aventura / Épico
Género: Aventura / Épico
Ficha técnica cortesía de: IMDB.com
hola, me parece que esta peli está muy interesante, la voy a ver, gracias por tus comentarios, y por cierto ahorita estoy escuchando esa cancion de depeche mode, la verdad que nunca me a interesado esta banda, pero vamos a ver que tal el tema, chao, suerte
ResponderEliminarHola danhysick, creo que Los Señores del Acero te va a gustar, es tu onda... En cuanto a DM, ha sido influencia de todo tipo de bandas, son padres y abuelos de muchos músicos contemporáneos, no está de más que les chequees. Saludos,
ResponderEliminarJaneko